Hay una escuela grande como el mundo.
Allí enseñan maestros, profesores,
abogados, albañiles,
periódicos, televisores,
carteles callejeros,
el sol, los temporales, las estrellas.
Hay lecciones fáciles
y lecciones difíciles,
feas, bonitas y así así.
Allí se aprende a hablar, a jugar,
a dormir, a despertarse,
a bienquerer e incluso
a enfadarse.
Hay exámenes a cada momento,
pero no hay suspensos:
nadie puede parar a los diez años,
a los quince, a los veinte,
ni descansar un solo instante.
De aprender no se acaba jamás,
y aquel que no sabe
es siempre más importante
que aquel que sabe ya.
Esta escuela abarca todo el mundo.
Abre los ojos:
tú también eres un alumno.
Gianni Rodari